Lima. Más turistas de lujo están interesados en realizar matrimonios al estilo incaico en la ciudadela de Machu Picchu (Cusco), atraídos por la magia y el misticismo que encierra una de las nuevas siete maravillas del mundo.
“Cada vez más parejas de turistas quieren celebrar un Arac Masin, que significa matrimonio andino y es el ritual en el que los enamorados juntan sus almas y energía en un marco de mucho simbolismo, pero sobre todo de gran misticismo”, afirmó el director gerente de Clabe Andina, propietaria del Sumaq Machu Picchu Hotel, Aníbal Clavijo.
Explicó que el Arac Masin fue por años una ceremonia simbólica, realizada por los antiguos peruanos en las zonas andinas de las regiones del sur, y ahora es una de las actividades que atrae bastante a los turistas, especialmente a quienes pasan su luna de miel en Machu Picchu.
Este milenario ritual es dirigido por un sacerdote andino, que con los dones transmitidos por sus generaciones incaicas invoca los elementos de la naturaleza.
Es decir a los apus, los espíritus de las montañas; la Pachamama, la madre tierra; la Mama Koka, la madre coca; las chaskas, las estrellas; los aukis y achachilas, la luz; y el Willka Nina, el fuego sagrado, para hacer de su relación una dualidad que trascenderá la eternidad.
“Hoy este peculiar ritual cobra mayor presencia en Machu Picchu, donde en los meses de temporada alta del turismo, de mayo a octubre, llegan parejas de visitantes para casarse a los pies de la ciudad perdida de los incas: Machu Picchu.”
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